Los dorsales llegaron a los uniformes de manera oficial en 1948. Durante décadas, hasta la temporada 1995/96 en la que se personalizaron las camisetas, el público aficionado entendía que el dorsal 1 correspondía al portero, el 2 al lateral derecho, el 3 al izquierdo, el 4 y el 5 para los centrales, 6, 8 y 10 para centrocampistas, y 7, 9 y 11 para atacantes, siendo este último el extremo izquierdo.